Javi Gomá

Ilustración: Carmela Liaño

Tanto yo, como los que me leen, tendemos a ser cotillas y mirones. Como cotillas, queremos enterarnos de todo y, como mirones, queremos hacerlo por nosotros mismos, en primera persona, sin que nadie nos lo cuente. He aquí la razón por la que el teatro no morirá mientras vivan hombres y mujeres.

Escenarios


En el fondo, comprender la música no es tanto un ejercicio intelectual como una vivencia. Su arte consiste en equilibrar la novedad y la familiaridad, el sobresalto y la calma. Y nuestra escucha, en entregarnos a esa experiencia como si viviéramos, comprimida en unos minutos, toda una vida.


En un mundo en el que las ciudades juegan un papel incluso más determinante que los propios Estados, el estatus de Madrid como ciudad global abre un debate sobre su posicionamiento y sobre su desarrollo a escala global, regional y urbana.

Ha caído en mis manos Librerías, de Jorge Carrión. Cada lector tiene sus librerías, por sus únicas y propias razones. En mi caso, Follas Novas me recuerda al verano, Pasajes es mi refugio literario durante la jornada laboral, Antonio Azorín carga con la tradición familiar y en la Antonio Machado, por un segundo, me sentí escritor.

Creación literaria


“¿Qué había hecho en estos treinta años de existencia que valiera la pena? Nada malo… por lo menos no realmente malo —de chico una vez robó un Kinder Sorpresa—, pero tampoco nada especialmente bueno. 

Rezaba, iba a misa, no era un delincuente, pagaba el arriendo de su pequeño departamento frente a la plaza Las Lilas a duras penas, pero siempre a tiempo, y reciclaba. Pero, además de eso, nada. Ni señora ni hijos, nunca escribió ni plantó un árbol, nunca viajó, nunca hizo un voluntariado ni participó de clubes o sindicatos,  nunca militó ni cantó en el coro, nunca trabajó… nada.” 

Libre albedrío


 Aunque todos eran testigos de su temprana inclinación hacia la pintura o, más bien, de su necesidad de pintar, su determinación de dedicar su vida a este arte y el efecto totalitario que ejercía en ella era algo que se guardó para sí.

Ese universo infantil inmenso de Vanessa solo fue intuido y verdaderamente conocido, en esos primeros años, por su hermana, la sagaz y sensible Virginia.

Un paseo entre acebuches y jaras la pasada primavera lleva al autor a encontrar unas pinturas rupestres a orillas del río Jébalo:

“Quiero creer que ese día, en esa solana, en esta primavera hirviente, verde, dulce, supimos leer la letra pequeña, las notas al pie del libro de la naturaleza, nos detuvimos en cada línea, y el monte, por un rato, bajó la guardia y nos llevó a un lugar, sagrado entonces, sagrado hoy.”

Cine


Ignacio González Zatarain

Ilustración: Isolda Segui de la Quadra-Salcedo

Puede que esté equivocado, pero intuyo que cuando Tim Burton, Robert Rossen y Billy Wilder rodaron sus películas, ellos tampoco se identificaban con un sheriff o un temible forajido. Sí lo hacían, considero, con todo aquel al que alguna vez se le haya encasquillado el arma

Acertijo de octubre


El chef y los tres filetes

Un chef se enfrenta a un reto en su cocina: tiene tres jugosos filetes para preparar y solo dispone de dos sartenes.


Cada filete debe cocinarse por las dos caras, y cada cara tarda exactamente un minuto en estar en su punto.


En cada sartén solo cabe un filete a la vez y la cara se debe de cocinar de seguido durante un minuto.

El desafío es este:


¿Cuál es el menor tiempo posible para dejar los tres filetes perfectamente cocinados por las dos caras?

Autor: Juan Díaz Rato

Viñeta: Alejandra Torres-Quevedo

La respuesta será revelada en el próximo número.

Solución acertijo de Septiembre: Las cuerdas

Primero encendió la primera cuerda por ambos extremos. El fuego avanzó desde dos frentes opuestos y, aunque el ritmo de combustión era caótico, la certeza era absoluta: la cuerda se consumiría en 15 minutos exactos.

Cuando la primera cuerda terminó de arder, el joven sonrió: había medido con exactitud ese primer tramo de tiempo.

Entonces encendió la segunda cuerda por uno de los extremos únicamente. De esa manera, toda ella se consumiría en 30 minutos más.

La cuenta estaba clara:

15 minutos medidos con la primera cuerda.

30 minutos medidos con la segunda.

Autor: Juan Díaz Rato

Viñeta: Alejandra Torres-Quevedo